TRANSFORMACIÓN DEL DESEMPEÑO DEL DOCENTE
Las
profundas transformaciones sociales de las últimas décadas motivadas entre
otros por los grandes avances tecnológicos, han propiciado la búsqueda de
nuevas prácticas pedagógicas que se adapten a los actuales paradigmas de la
sociedad del conocimiento. En consecuencia la práctica docente requiere de
nuevas competencias para adaptarse a las necesidades educativas que la sociedad
demanda, siendo uno de los retos más significativos el de suscitar la
incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)
dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje para satisfacer los requerimientos
de las generaciones modernas.
En nuestro país sin embargo, el rezago en materia de formación docente para el desarrollo de competencias y habilidades tecnológicas es alarmante. Sigue siendo muy amplia la brecha digital entre los maestros y las tecnologías emergentes, es decir, la del dominio de las habilidades requeridas para el empleo de la tecnología en clase. Las políticas de formación docente en cuanto al perfeccionamiento del empleo de las TIC en el aula no han logrado alcanzar de manera satisfactoria los propósitos esperados.
Ya
que la mayoría de los maestros nos identificamos como migrantes digitales, nos
ha costado mucho trabajo atender las necesidades de una generación acostumbrada
a la interactividad, al acceso inmediato a la información y a la ejecución de
multitareas simultáneamente.
Debido a lo anterior surge una
peculiar implicación pedagógica: “es imposible mantenerlos -a quienes conciben
a la tecnología como parte fundamental de su vida- atentos en un salón de clase
tradicional, con un maestro sentado exponiendo un contenido que pueden
perfectamente consultar en internet, mientras que a su vez intercambian con
otros, localizan otras fuentes, pueden elaborar mapas o visualizaciones, es
decir, participar de manera activa en la construcción de su conocimiento”
(Ferreiro, 2006)
El
docente como gestor y diseñador de ambientes de aprendizaje es quien debe
promover el uso de las tecnologías en el aula como una herramienta capaz de
estimular la generación creativa de conocimiento, la gestión del aprendizaje
permanente, el trabajo colaborativo a través de la World Wide Web y el
acercamiento a contextos auténticos de aprendizaje. Desafortunadamente, en la
mayoría de los casos quienes utilizan las TIC, lo hacen para reforzar el
sistema tradicional de transmisión de la información, siendo muy escasos los
maestros que aprovechan de manera óptima los recursos tecnológicos para la
profundización y generación de conocimientos.
Debe existir un cambio en el desempeño
del docente dentro y fuera del aula, porque como ya sabemos existen varias
herramientas que nos permiten
comunicarnos alumnos con maestro, y alumno con alumno y establecer un espacio
de aprendizaje. El profesor debe ser el que encauce y dirija correctamente el
uso de dichas herramientas que están a disposición del alumnado y no sean
solamente usadas como una forma de socialización y recreación o pasatiempo,
sino que sean también empleadas como un medio de aprendizaje. Pero para ello el
mentor debe estar convencido y motivado de que necesita urgentemente
desarrollar las competencias tecnológicas necesarias para atender las
necesidades educativas del estudiante de hoy en día.
REFERENCIAS:
Díaz Barriga, F. (2009). Enseñar con
apoyo de las TIC: Competencias tecnológicas y formación docente. En Aprender y enseñar con TIC en educación
superior: Contribuciones del socioconstructivismo. México: Facultad de
Psicología, UNAM p. 63 - 96
Ferreiro, R. (2006). El reto de la
educación del siglo XXI: la generación N. Apertura, vol. 6 p. 72-85.
[Consultado
el 14/03/2013].
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